miércoles, 29 de agosto de 2012

Dos Universidades criollas 'inventan' con nanotecnología


PUCMM e Intec investigan en este campo muy desarrollado en Taiwán, China y Estados Unidos. 
El término nano puede ser nuevo para muchos en el país. Es un prefijo que acompaña la palabra nanotecnología, un campo de las ciencias aplicadas que se dedica al control y manipulación de la materia a un nivel micro, de átomos y moléculas, muy debajo del ancho de un cabello humano.
En Santiago, en el campus principal de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), un grupo de científicos y estudiantes desarrollan estudios de nanociencias.
Lo propio hacen investigadores del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) quienes cuentan con el recién inaugurado Laboratorio de Nanotecnología.
En el mundo, empresas informáticas como IBM, Hewlett-Packard, NEC e Intel invierten millones de dólares en la nanotecnología para fabricar productos. Así también se usa la nanomedicina para el desarrollo de avanzados mecanismos de diagnóstico de enfermedades y administración y monitoreo de fármacos. Además, para la fabricación de alimentos transgénicos, control de la desnutrición, tratamiento del agua, producción de energía, construcción e, inclusive, saneamiento ambiental.
Según un informe dado a conocer en 2011, que emplea datos del Foro Económico Mundial, en los últimos 11 años los gobiernos invirtieron más de US$67,500 millones en nanotecnología, siendo China y Estados Unidos los punteros. Y si se toma en cuenta la investigación empresarial y otras formas de financiación privada, para 2015 se habrá invertido casi un cuarto de billón de dólares.
El científico francés Fabrice Piazza, es uno de los gestores en la PUCMM del Laboratorio de Investigación en Nanociencias, inaugurado en 2010, y del grupo de investigación en materiales nanoestructurados de carbono funcionales (Nanocarbón), que funciona desde el 2007.
La academia privada y el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt) invirtieron de manera conjunta para abrir el laboratorio, el primero en el país. "La inversión para este proyecto supera los nueve millones de pesos; la universidad aportó el 36 por ciento de estos recursos", explica Piazza.
¿Qué buscan con esto?
"Se está investigando de manera profunda el grafeno para sustituir los transistores en los dispositivos electrónicos. Ya hemos creado conocimientos nuevos y estamos en el proceso de divulgarlos. Se basan en la síntesis de materiales nanoestructurados de carbono híbridos mediante una nueva tecnología. Y esos materiales podrían ser utilizados en varias tecnologías, como por ejemplo pantallas planas flexibles", explica Piazza.
El grupo Nanocarbón enfoca sus actividades en la síntesis de el diamante nanocristalino, los nanoalambres de diamante, los nanotubos de carbono y el grafeno, apuntando a aplicaciones nichos. Cuenta con la colaboración de la Universidad de Puerto Rico y la Penn State University de Estados Unidos.
Proyectos
Para el 2007, el Fondo Nacional de Innovación y Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondocyt), aprobó el proyecto "Elaboración de capas de diamante nanocristalino a baja temperatura", de Piazza, con un aporte de RD$4,699,424, y en 2008 una segunda fase por RD$8,999,978.
En 2008 también financió el denominado "Membranas de nanotubos de carbono para la nanofiltración y desalinización del agua", de Rosario Concepción, por RD$8,999,970.
Otro proyecto data de 2010, y para este 2012 la PUCMM sometió uno nuevo al Fondocyt para elaborar nanoestructuras mediante un nuevo método del que se reservó detalles.
Según explica la universidad, el de capas de diamante nanocristalino tiene como objetivo la síntesis de esos elementos "a baja temperatura de sustrato para su integración en varias tecnologías emergentes tales como las fuentes frías de electrones para pantallas delgadas y flexibles y para fuentes de rayos X, nuevos implantes médicos, sensores, brazos y puntas de microscopios de fuerza atómica".
Esta semana, la PUCMM instaló en su laboratorio un espectroscopio Raman por US$115 mil que permitirá agilizar las investigaciones y usarse también en estudios del área de la salud.
Santo Domingo
En la capital, el Intec busca aplicar la nanotecnología para crear materiales que faciliten la fabricación de baterías recargables para ayudar al deficiente sistema energético del país. Ahora podrá avanzar más en ello con su nuevo laboratorio que costó RD$16 millones.
Un equipo liderado por el doctor Melvin Arias investiga las nanoestructuras para crear baterías recargables de ion-litio mediante la técnica "electrospinning". El proyecto cuenta con un financiamiento de RD$11.4 millones del Fondocyt.
El Mescyt está entusiasmado con las investigaciones de nanociencias de ambas universidades. Asegura que se está ante el umbral de conseguir patentes que colocarían al país en un sitial importante a nivel internacional.
mamejia@diariolibre.com

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