Durante una reciente (y multitudinaria) conferencia en el Instituto de Tecnología de California (Caltech) en Pasadena, el físico británicoStephen Hawking ha vuelto a rechazar la necesidad de un “Creador” para explicar la existencia del Universo. En palabras del investigador, “el Universo no ha necesitado ninguna ayuda divina para estallar y comenzar su existencia”. En otro momento de su charla, Hawking afirmó que la teoría de la Creación “no se sostiene”, tal y como demuestran los datos obtenidos desde hace décadas por los astrónomos utilizando los más potentes telescopios espaciales.
Ante un auditorio abarrotado (la cola para entrar al recinto era de más de 400 metros), Hawking dio comienzo a su intervención refiriéndose al mito africano de la Creación para pasar rápidamente a formularse preguntas fundamentales como “¿por qué estamos aquí?”. El autor de “El origen del Universo” afirmó que “hay muchas personas que aún siguen buscando una solución divina para contrarrestar las teorías de los físicos” y añadió, a modo de broma, “¿Qué se supone que estaba haciendo Dios antes de su creación divina? ¿Quizá preparando el Infierno para las personas que se formularan esta clase de preguntas?”.
Tras referirse a la historia del debate teológico sobre el origen del Universo, Hawking repasó brevemente las principales explicaciones cosmológicas, incluyendo la teoría del estado estacionario de Fred Hoyle y Thomas Gold, una idea que considera la hipótesis de que no haya principio ni final y que las galaxias continúan formándose a partir de la creación espontánea de materia. Hawking aseguró que esta teoría, al igual que muchas otras, no se sostienen, tal y como demuestran observaciones recientes llevadas a cabo con telescopios y otros instrumentos científicos.
Tras un breve repaso a la física relativista y a la cosmología, Hawking rechazó también la idea de un Universo que se expande y se contrae periódicamente, en una sucesión interminable de “Big Bangs” y Big Crunchs”. Ya en la década de los 80, dijo, probó junto a Roger Penrose que el Universo no podría “rebotar” después de una contracción, tal y como sostiene dicha teoría.
El principio, solo una vez
Por lo tanto, el tiempo (y el Universo) comenzó en un momento de “singularidad”, y es más que probable que algo así sólo sucediera una vez. “La edad del Universo -dijo Hawking- que ahora se cifra en casi 13.800 millones de años, se ajusta a este modelo, de la misma forma que también encaja el número y la madurez de las galaxias que podemos observar”.
En otro momento de su charla, Hawking recordó que en 1980, más o menos en la época en que él publicó un estudio sobre el instante en que nació el Universo, el Papa Juan Pablo II advirtió a la comunidad científica de que no estudiara el momento de la creación, ya que ése era un momento sagrado. “Estoy contento -bromeó- de no haber sido arrojado a la Inquisición”.
Para terminar, el científico se refirió a la denominada “Teoría M”, que se basa en parte en las ideas lanzadas hace años por un investigador del Caltech, Richard Feynmann. Para Hawking, esta teoría es la única “gran idea” que coincide y puede explicar realmente el Universo que observamos. La Teoría M postula que no uno, sino múltiples universos se crearon de la nada, con todas las posibles historias y todos los posibles estados de existencia. Pero solo en unos pocos de estos estados la vida es posible, y en un número aún menor de ellos puede existir algo similar a la Humanidad. Bromeando de nuevo, Hawking aseguró que “se siente afortunado” de vivir precisamente en este estado de la existencia.
El investigador terminó su conferencia pidiendo, de nuevo, que no dejemos de investigar el cosmos: “No debemos dejar de ir al espacio, por el bien de la Humanidad. No creo que podamos sobrevivir otro millar de años sin escapar de este fragil planeta”.
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